Es un deporte que se practica en una piscina, en la cual se enfrentan dos equipos. El objetivo del juego es marcar el mayor número de goles en la portería del equipo contrario durante el tiempo que dura el partido. Los equipos cuentan en el agua con seis jugadores y un portero.
Se diferencian por el color del gorro (generalmente, blanco los locales, azul el equipo visitante y rojo los porteros).
Existen faltas, expulsiones temporales y expulsiones definitivas.
Un partido se divide en cuatro tiempos de juego efectivo (cuando la pelota está en juego) de ocho minutos cada uno.
Los jugadores no pueden pisar el suelo de la piscina, ya que está prohibido y generalmente la profundidad de la piscina no se lo permite. Los jugadores tienen que mantenerse todo el partido flotando, lo que les consume mucha energía.
Un equipo tiene 30 segundos de posesión de la pelota para efectuar un lanzamiento a la portería contraria.