Es un deporte de competencia individual o por equipos: se compite en distintas embarcaciones, todas ellas propulsadas solo con el viento (embarcaciones a vela), algunas embarcaciones tripuladas de forma individual y otras en dos o más tripulantes y se realiza en un circuito formado por dos boyas, colocadas en el sentido del viento y calculado para que demore cada prueba en torno a una hora (aproximadamente recorren entre tres y cuatro kilómetros en cada una).
La salida es entre una boya y un barco de jurado, se indica con banderas, si se hace antes, ese barco debe devolverse y partir de nuevo y si sale después pierde tiempo con respecto a las otras embarcaciones y además éstas le taparán el viento.
Se realizan entre dos y tres pruebas diarias dependiendo de las condiciones de viento. El campeonato se realiza a once regatas, pero es válido con un mínimo de tres pruebas sin descarte y con un mínimo de cinco, pudiendo descartar la peor de ellas.
Por supuesto la cancha y sus condiciones de vientos y olas cambian constantemente día a día, por lo tanto los veleristas deben saber interpretar esos cambios y afinar las velas para que en cada regata consigan las mejores velocidades, que le permitan ir por el lado de la cancha más favorable.