Una Lesión Alejó a María del Boxeo y se Consagra en Marcha

Toronto, Canadá. La mexiquense María Guadalupe González pasó del boxeo que le encantaba, a un deporte que también la apasiona como los 20 kilómetros de la marcha. Este domingo se colgó la presea dorada y también impuso un récord de los Juegos Panamericanos 2015 al finalizar la competencia en 1:29:24 horas.

“Vine a dar mi mejor papel por México y va para todos”, fueron las primeras palabras de la atleta de 26 años de edad, luego de la ceremonia de premiación, tras la atención médica por un par de horas a consecuencia de la fuerte deshidratación que sufrió.

“No estaba planificado desmayarme, ni ganar en estas condiciones porque sé que preocupé a mi familia, a mi entrenador, a la gente que está al pendiente. No debió pasar, pero no contaba con la humedad y el calor de este día”.

Recuperada al cien y portando el uniforme tricolor, confesó que en la ambulancia reflexionó en la forma en que compitió, incluso dijo “los últimos metros discúlpenme, pero ya no pensaba, solo quería llegar”.

Pese a los momentos de tensión por su salud, la marchista adelantó que de asistir al Campeonato Mundial de Atletismo del 22 al 30 de agosto en China, repetiría la osadía pues “quiero foguearme con las jefas de Rusia, China, España, Italia…ver cómo está México en ese nivel, de cara a Juegos Olímpicos y reconocer lo qué me hace falta".

La entrenada por Juan Hernández, a quien agradeció incansablemente su disciplina, se dijo más que contenta con su primera presea panamericana y recordó que hace algunos años se dedicaba al boxeo, un deporte que le encantaba, pero que tuvo que dejar por lesión.

“Era rápida, me movía mucho en el ring, pegaba y salía, no era muy fuerte porque pesaba 44 kilogramos y peleaba contra las de 48 pero sorprendía, después vino una lesión en la rodilla y me pidieron que fortaleciera los músculos que trabajo en la marcha”.

Explicó que no quería practicar la también llamada caminata y tuvieron que pasar seis meses de convencimiento de su actual entrenador para que decidiera: “me daba pena eso de andar moviéndome, decía esto no es para mí, en la universidad me chiflaban y me daba pena, pero llegó mi entrenador y me supo guiar, le agradezco toda su disciplina”.

Aseguró que la preparación general incluye por lo menos tres horas diarias en el Nevado de Toluca con repeticiones que no le gustan, pero se trata de un entrenamiento muy completo.

Por ahora, la medallista de oro en los XVII Juegos Panamericanos esperará a que le confirmen su lugar en el Campeonato Mundial, donde buscará otra mejor marca personal y para México.